jueves, 25 de agosto de 2011

El sueño cumplido 2º parte.

2 de febrero de 2010. Por fin, llegó el día. Salí a las 19 de Retiro. La despedida fue breve pero sentida: dejaba a mi pequeña, mi hija, y sabía que la iba a extrañar mucho. Llegué a Mendoza a las 7:30 y luego de un breve desayuno fui al centro de la ciudad a terminar de hacer algunas compras y sacar el permiso de ascenso. Ese mediodía puse rumbo a la Ruta 7, directo a Penitentes. Me quedé en uno de los refugios de montaña y contrate una mula para que me llevara algo de material y comida.


3 de febrero. Salí temprano, en combi, junto a otras personas, hacia Horcones. Presenté el permiso de ascenso, me chequearon el material y en 3 horas estaba en Confluencia, armando mi carpa. Me hice los controles médicos y descansé, me iba a hacer falta.
Entrada al Parque Provincial Aconcagua.


5 de febrero. Hice la caminata hacia Plaza Francia, desde donde se ve la espectacular pared sur del Aconcagua. Para subir por ahí, o sos muy experto o sos suicida, ya que son muy comunes los desprendimientos de bloques de hielo y las avalanchas. Esa misma mañana regresé a Confluencia, con los primeros síntomas de MAM (Mal de alta montaña). Yo sentía dolor de cabeza y nuca, pero también son frecuentes mareos, vómitos, insomnio, falta de apetito y, en algunos casos más graves, edemas pulmonares o cerebrales.
Llegada a Confluencia.



Campamento Confluencia.


Plaza Francia.(vista de la imponente pared sur.)


6 de febrero. Salimos al campamento base, llamado Plaza de Mulas. Fue un viaje agotador de 8 horas. Llegamos y apenas pude armar la carpa y tomar una sopa antes de caer rendido a dormir.

Vista del Aconcagua desde el campamento Plaza de Mulas. 


A la noche con la  luna llena saliendo de la montaña.


La nevada de la noche.


7 de febrero. Me hice los estudios pertinentes con los médicos que están disponibles para atender cualquier dolencia de los montañistas y cuidarnos. Estaba todo bien y eso quería decir que ya podía subir a un campamento más. Empezaba el ascenso de verdad. Partí a los 5.000 metros, hacia el campamento de Plaza Canadá. Llegué con una leve nevada que a medida que armaba la carpa se iba acentuando. Una experiencia espectacular, además del paisaje que me rodeaba, fue poder habar con “Lito” Sánchez, una verdadera leyenda del Aconcagua. Charlamos como si estuviéramos en el balcón de un edificio… pero bastante más alto.

Camino hacia Plaza Canada.


Plaza Canada.




1 comentario:

  1. que grande Vic!!! te felicitooooo, muy bueno esto que haces! beso
    Vale

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